viernes, 23 de enero de 2009

Yo elijo, tú eliges, él elige, nosotros....

Últimamente todas las noches tengo ganas de escribir. Tiene sentido que así sea. Tal vez sea un mecanismo de mi mente retorcida para sentirte más cerca. ¿Te acordarás de mí? ¿En qué estarás pensando? Tengo muchas cosas para contarte y ni sé por dónde empezar. Para empezar, no sé cómo buscarte. Y así tampoco podría empezar a contar. Creo que si te tuviera enfrente tampoco podría. Siento que la vergüenza me estuvo pasando malas jugadas y esta no es la excepción. ¡Ay! Si pudiera combatir mis miedos…la vida sería un tanto más plena. Entonces me pongo a escribir, o a leer. Meterme en una ficción que no sea la mía. O respirar aires frescos de revolución y soñar desde mi cama que un mundo mejor es posible. Cualquiera de las dos opciones me vendría bien. “I can’t stand it anymore” ¡Cuántas veces lo habré pensado…! Y a pesar de ello los días pasan y aquí sigo. Qué ridículas son las fronteras, ¿no? Tanto los límites provinciales, como las naciones creadas por la historia misma como los límites que te (me, nos) pongo. Si tan sólo pudiéramos entregarnos sin más, sentir, permitirme (nos) sentir. El hombre es vil, ningún humanismo me convence, el hombre es vil. Lo es también el capitalismo, la degradación del hombre por el hombre, la minería a cielo abierto.Sólo espero que el aroma a sur se me impregne en el cuerpo, desterrarme, desterrarte. Desterrar, destellar. Quiero brillo, necesito brillo. Brillo en los ojos, en el alma. Necesito un brillo en los ojitos y hace meses (o quién sabe cuánto tiempo) que no puedo amigarme con la vida mas no sea en forma efímera. Salir del condicionamiento, el de los relojes, el de las calles, el de mi perturbada existencia, el de tu mambo con el mundo. ¿Cuándo voy a lograr perder el filtro? ¡Basta! ¡No más filtro! Filtro en los pensamientos, en los sentimientos, en las palabras. Mis palabras son un iceberg. Es así: por cada palabra que te digo sospechá que hay unas siete que elijo (¿elijo?) callar.Así es el asunto este de las elecciones. Elegir callar. ¿Elegir? ¿Se está eligiendo realmente? ¿Se puede elegir?

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